ARTICULO. DATOS ESTADISTICOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL CANTÓN CAYAMBE. AUTORA: Abg. Matilde Quilumbaquín Farinango Mgs.

DATOS ESTADISTICOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL CANTÓN CAYAMBE

En Ecuador se define como violencia de género a cualquier tipo de violencia tanto física, psicológica, sexual o patrimonial; de la cual una mujer es víctima.1​ Según la Agenda Nacional de las Mujeres y la igualdad de género del 2014 al 2017,2​ en Ecuador, 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género en diversos ámbitos y por diversas personas. Es decir, a cerca de 3 260 340 mujeres no se respeta su derecho a una vida libre de violencia, el cual es un derecho consagrado constitucionalmente en 2008 y en instrumentos internacionales suscritos por el país.

De 60,6 % de mujeres violentadas, el 53,9 % ha vivido violencia psicológica como una de las agresiones más frecuentes, le sigue la violencia física con el 38,0 %. Las cifras de violencia sexual son menor a las anteriores, pero no deja de ser preocupante, ya que 1 de cada 4 mujeres (25,7 %) ha sido violentada sexualmente. En cuanto a la violencia patrimonial, ésta afecta a un 16,7 % de las mujeres a nivel nacional y se suele manifestar sumada a otro tipo de violencias, por lo tanto se convierte en un determinante contra la autonomía de las mujeres. El mayor porcentaje de violencia de género en cuanto a su identificación étnica en el país lo presentan las mujeres indígenas con un 67,8 % y las afroecuatorianas con un 66,7 %, siguen las montubias con 62,9 %, las blancas con 59,7 % y las mestizas con 59,1 %. De la misma manera, se observa, que la violencia de género tiene una relación directa con la edad en que una mujer inició la convivencia con su pareja. Así, el 67,9 % y 70,5 % de mujeres unidas o casadas a temprana edad, entre 16 a 20 años, respectivamente sufrieron violencia; mientras que, en menor porcentaje las mujeres  que se unieron o casaron a mayor edad, entre 21 a 26 años y más, sufrieron violencia el 51,1 % y el 69,2 %.

En el Ecuador, el cantón Cayambe, forma parte de los ocho cantones que integran la provincia de Pichincha, la cual acoge a la mayor densidad poblacional en el Ecuador. El cantón Cayambe es un territorio rural periférico a la ciudad de Quito, capital ecuatoriana. La principal característica de este poblado es la diversidad étnica y cultural que acoge siendo hogar de familias indígenas que aún conservan sus tradiciones, normas, sistema de creencias, cosmovisión, idioma ancestral y patrones culturales de relacionamiento. En este punto cabe resaltar la realidad machista que atraviesa no solo a las sociedades modernas, sino también a las formas de organización y relacionamiento ancestral. De ahí que el contexto machista que engloba al cantón también se ve influenciado por la diversidad étnica de sus pobladores.

Cayambe es un territorio intercultural y plurinacional, con un predominio de las comunas o comunidades como principal forma organizativa en el sector rural - La diversidad étnico-cultural del cantón Cayambe está mediada por la confluencia de diversas culturas y grupos humanos con formas de vida, tradiciones y costumbres distintas. - El despunte económico experimentado desde el auge de la industria florícola, modificó el escenario de actores que en él interactúan; con las empresas florícolas, instituciones económicas de gran alcance se constituyen en un grupo de poder que se ha convertido en el actor socio económico más importante del cantón. - El impacto socio demográfico de la industria florícola, ocasionó un fuerte flujo migratorio e incentivó nuevos sectores de la economía local, generando otras interrelaciones sociales y modificando el sistema de actores. - El desarrollo de sectores como el de lácteos, introdujo a empresas transnacionales, desconocidas anteriormente para la población. - Estas nuevas relaciones sociales, se muestran en su mayoría sinérgicas, dando a entender la población de Cayambe tiende a adaptarse satisfactoriamente a este tipo de cambios sociales. (…) En el cantón Cayambe la principal forma organizativa son las comunas y comunidades, extendidas principalmente en el sector rural, son las organizaciones de cercanía y representación. La mayoría de ellas tiene pertenencia a organizaciones de la Confederación del Pueblo Kayambi (de segundo grado). (GADIP Cayambe, 2019,117-118).

Una vez situado el contexto territorial del cantón y retomando la premisa acerca de las barreras de acceso que una persona tiene para poder  acceder a la justicia y a mecanismos de protección en la ruralidad se encuentra que los problemas de acceso a la justicia no terminan con la llegada a la ciudad, porque ahí enfrentan otros problemas; de tipo económico, de falta de información, de ubicación en contextos urbanos y de manera muy habitual denuncian que el desconocimiento del idioma utilizado en los tribunales de justicia impide acceder a ella (OEA, 2007). Para las mujeres, lamentablemente el derecho al pleno acceso a la justicia y mecanismos de protección para las mujeres se encuentra restringido por “los cerrojos de género, al androcentrismo jurídico y el sexismo en la aplicación del derecho” (Heim, 2016, p. 12). Elementos como la violencia machista en la aplicación del derecho, la violencia institucional, la existencia de leyes masculinas, situaciones de revictimización, entre otros tratos degradantes hacia la dignidad de la vida son condiciones vulneradoras de derechos humanos, y por tratarse de género y diversidad, del principio de igualdad y no discriminación que reconoce la ONU (1948, arts. 1 y 2) en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Las desigualdades que existen en el mundo son producto de la creencia patriarcal de subordinación de la mujer y esto da lugar a diferentes formas de opresión las cuales impiden que la justicia para las mujeres llegue en igualdad estructural de condiciones. En el mundo son 736 millones de mujeres las que a lo largo de toda su vida han sufrido violencia basada en género (El Comercio, 2021). En el Ecuador 65 de cada 100 mujeres han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida (INEC, 2019, p. 17). En Cayambe, la Junta Cantonal de Protección de Derechos registra de enero a noviembre de 2021 un total de 365 denuncias por violencia basada en género. Lamentablemente estos datos solo reflejan la realidad de un registro institucional, más existen muchas otras cifras que forman parte de un subregistro con el que no se cuenta y que seguro hace que los índices de violencia hacia la mujer sean mucho más altos de lo que se conoce actualmente.

De ahí que resulta necesario ubicar la mirada hacia la igualdad y no discriminación, como un principio ético que integra el sistema de derechos internacionales y que lo integra también nuestra Constitución, ya que este constituye principio constituye un pilar fundamental para el ejercicio pleno de los derechos de la población sin distinción alguna, es una herramienta para frenar los abusos de poder y para alcanzar una verdadera equidad mundial.  Hoy en día organismos internacionales como la ONU, la OEA, la CIDH, entre otras entidades de derecho internacional, trabajan articuladamente en la promoción del fortalecimiento de un Estado de Derecho que garantice el acceso a la justicia en igualdad de condiciones desde estándares mínimos que poco a poco reduzcan las brechas sociales y estereotipos de género de giran alrededor de esta problemática.

La metodología que se aplica dentro de la siguiente investigación académica es el paradigma de investigación cualitativa desde una dimensión empírica que contempla un método inductivo de análisis. Se emplea el método inductivo en razón de que, a través de una premisa particular, como es el análisis de casos puntuales respecto de la violencia económica y patrimonial hacia las mujeres, se pretende encontrar una conclusión general que permita comprender si los servidores de justicia están aplicando o no medidas de protección frente a la violencia económica y patrimonial. La investigación cualitativa que se desarrolla en el presente trabajo consiste en un análisis documental de información bibliográfica académica, doctrina, jurisprudencia, revistas científicas, entre otras fuentes documentales que permitirán el desarrollo de la investigación de acuerdo con los objetivos planteados. Si bien se integran ciertos datos numéricos, estos solamente constituyen un punto de referencia que permite ubicar desde la realidad, la incidencia que tiene la tipificación de esta nueva forma de violencia, la violencia patrimonial y económica, en el ordenamiento jurídico ecuatoriano.

Para el levantamiento de la información se han identificado fuentes primarias y secundarias que sustentan la línea de análisis que se desarrolla a continuación, esto con la necesidad de analizar la realidad que se inscriben sobre las autoridades y miembros de la Junta Cantonal de Protección de Derechos del cantón Cayambe y en la Unidad Judicial Penal del mismo cantón. De ahí que entre los instrumentos se recogen algunos datos que refieren el entorno que se vive a nivel del cantón en el acceso a la justicia y la respuesta que brinda a las mujeres, especialmente a aquellas atravesadas por diferentes formas de discriminación sistemática. Dentro de la línea metodológica se toma como punto de partida para el análisis los datos que arroja la Encuesta Nacional de Violencia sobre relaciones familiares y violencia de género contra las Mujeres -EVIGMU (2019) la cual toma como muestra de estudio a las mujeres a partir de los 5 años, dentro de las diferentes zonas urbanas y rurales del territorio ecuatoriano. 

Cabe señalar que la investigación académica integra un enfoque de perspectiva de género, basado en el paradigma interseccional lo que permite entrever una serie de vulneraciones múltiples y sistemáticas que se gestan sobre las mujeres por su condición de género agravada con otras condiciones de vulnerabilidad como es la etnia, clase social, nivel de educación, lugar de procedencia, entre otras, reconociendo que la causa del problema de investigación académica es la violencia basada en género como una situación de discriminación estructural.

DISCUSIÓN Y RESULTADOS. –

Para presentar los hallazgos encontrados dentro de la presente investigación académica, cabe situar en un primer momento un contexto nacional respecto de los índices de violencia en lo que respecta a la línea temporal 2020-2021, para en un segundo momento situar los datos desagregados a nivel local, en dónde se podrá correlacionar la información encontrada. Finalmente, en un tercer momento de la discusión se situarán dos casos judiciales correspondientes a violencia patrimonial y económica hacia las mujeres en el cantón Cayambe, de dónde se podrá extraer las conclusiones encontradas como resultado de esta investigación académica. Ahora bien, existen varios datos recopilados por diferentes instituciones como el Instituto Nacional de Censos y Estadísticas INEC, la Fiscalía General del Estado, así como la Junta Cantonal de Protección de Derechos de Cayambe, los cuales sitúan el contexto actual que viven las mujeres alrededor de la violencia de género.

            Ilustración 1.

Grado de violencia que ha sufrido la mujer a lo largo de sus años

Nota. El gráfico contiene cifras desagregadas por provincia. Tomado ENVIGMU, 2019, por INEC, p. 19.

De la gráfica anterior se observa que en la provincia de Pichincha el 70,6 de las mujeres mayores de 15 años indicaron haber sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, ubicándose entre las provincias con más alto índice de violencia hacia las mujeres en el Ecuador. Se hace referencia a la provincia de Pichincha, ya que como se mencionó al inicio de la presente investigación académica, el cantón Cayambe forma parte de los 8 cantones que conforman la provincia. Paralelo a esta cifra que arroja la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres -ENVIGMU- se encuentra también que, durante el confinamiento “la fiscalía general del Estado reportó que al 01 de mayo se presentaron un total de 1040 denuncias relacionadas con violencia de género, e informó que la mayoría de los casos se son dentro los hogares, siendo Guayas, Pichincha, Esmeraldas, Imbabura y Pastaza las provincias con mayor registro” (DPE, 2020, 5).

Ilustración 2

Indicadores nacionales de violencia

Nota. Tomado de ENVIGMU, 2019, por INEC.

Los indicadores nacionales de violencia reflejan que el 64.9% de las mujeres que radican en el territorio ecuatoriano han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. En dónde la violencia patrimonial y económica se ubica en el índice más bajo, representando apenas el 14.9% en el área rural, como es el cantón Cayambe, aunque esto puede deberse a un subregistro o a la novedad que representa la tipificación de este tipo de violencia en la normativa jurídica. Por otro lado, los datos arrojan que la violencia psicológica es el tipo de violencia que se presenta con mayor frecuencia, siendo que casi el 57% de mujeres a nivel nacional la han vivido a lo largo de la vida, seguida de la violencia gineco-obstétrica la cual presenta datos alarmantes a nivel rural (INEC, 2019).

Los indicadores del INEC (2019) reflejan que a nivel general la mayor parte de mujeres que han sufrido violencia se encuentran en la zona urbana, aunque estos datos difieren una vez que son desagregados según el tipo de violencia. Esto significa que el área rural supera al área urbana en ciertos índices de violencia tales como la violencia física, la violencia psicológica y la violencia gineco-obstétrica. En lo que respecta a la violencia económica y patrimonial, el área urbana presenta un índice superior al de la ruralidad. Sin embargo, estos datos no recogen una verdadera realidad, existen muchas mujeres en la ruralidad que no logran acceder a los sistemas de justicia por las limitaciones vinculadas a la distancia y al contexto cultural, esto implica que exista un subregistro en los datos de las mujeres sobrevivientes de violencia.

Ilustración 3

Indicadores Nacionales de Violencia



Fuente: INEC, Elaborado por Fiscalía General del Estado, 2020, p.2

Respecto de la ilustración 3, se puede ver que notablemente existe una diferencia amplia en tanto al ejercicio de la violencia a nivel familiar y a nivel de pareja, en dónde se encuentra que la pareja es el principal agresor de la mujer. “Los datos de la encuesta revelan que las mujeres viven violencia en todos los ámbitos de su vida, tanto públicos como privados, sin embargo, en las relaciones de pareja el porcentaje es más alto” (GADIP, 2019, p. 69). De manera que la violencia de género es algo estructural y sistemático que se reproduce al interior de las relaciones de pareja. Nuevamente se encuentra que existe un bajo índice de violencia patrimonial y económica frente otros tipos de violencia, en dónde la violencia psicológica sigue siendo predominante en el maltrato y formas de degradación hacia la mujer.

Ilustración 4

Víctimas de feminicidio durante el confinamiento


Nota. Tomado de Fiscalía General del Estado, elaborado por Yungán y Cajas (2020).

En la gráfica se observa un incremento de feminicidios en la ruralidad especialmente en los meses de abril mayo y junio. Dado que la provincia de Pichincha refleja los índices más altos de feminicidios a nivel nacional, habiéndose registrado 79 muertes violentas en mujeres desde el 10 de agosto del 2014 al 30 de agosto de 2020 en la región (Yungán y Cajas, 2020) , es necesario que las acciones que se elevan desde el Estado se inserten sobre el contexto cultural social político y coyuntural predominante en cada región del país, es decir se debe comprender que la problemática que se viven en la zona urbana difiere de la realidad de la ruralidad en dónde la violencia de género se ve atravesada por patrones culturales de los diferentes territorios. Ahora bien, en lo que respecta a los datos desagregados de la provincia de Cayambe se encuentra que:

La violencia psicológica se presenta con mayor frecuencia, casi el 57% de mujeres la han vivido a lo largo de la vida; y el 25,2% en los últimos 12 meses. La violencia física a lo largo de la vida representa el 35,4%, en tanto que en los últimos doce meses el 9,2%; el 32,7% de las mujeres han experimentado violencia sexual a lo largo de su vida, y el 12% en los últimos 12 meses. (GADIP, 2019, p. 70)

Estas cifras no distinguen la tipificación que la LOPVECM (2018) hace respecto de la violencia económica y patrimonial, mucho menos de la violencia gineco-obstétrica o la violencia simbólica, si bien los datos corresponden al año 2019 esto refleja que tampoco los funcionarios de las diferentes instituciones hacen un esfuerzo por identificar nuevos tipos de violencia que vayan más allá del maltrato físico y psicológico. Resulta necesario comprender que la violencia económica y patrimonial es un “tipo de violencia puede pasar desapercibida debido a que no deja huellas evidentes como las agresiones físicas, siendo a veces difícil de identificar y sancionar” (Valer y Viviano, 2018, párr 2). Frente a ello es necesario que, como garantía para el debido cumplimiento de los derechos de las mujeres, desde el principio de igualdad y no discriminación, los funcionarios judiciales se encuentren debidamente capacitados en temas de violencia de género con la finalidad de promover una justicia eficaz y eficiente para las mujeres que contemple la igualdad de condiciones de acceso.

Ilustración 5

Casos de violencia atendidos en Cayambe















Nota. Índices sobre diferentes tipos de violencia en Cayambe, tomado de GADIP, 2020, p. 70.

Si bien estos datos corresponden al año de 2018, son las cifras más actualizadas que incorpora el Plan de Ordenamiento Territorial del cantón, de ahí que las cifras de violencia patrimonial arrojan un 0% de casos atendidos. Sin embargo, y tal como se mencionó previamente, esto no significa que la violencia patrimonial y económica no se reproduzca de diferentes maneras o al interior de diferentes ámbitos o esferas de la sociedad, sino más bien que existe un desconocimiento respecto de la forma en como esta se manifiesta. Como se ha mencionado previamente, la violencia económica y patrimonial no está visibilizada, no han existido tampoco campañas de socialización en los territorios frente a esta forma de violencia intrafamiliar y las garantías que tienen las mujeres en el acceso a este derecho a través de los diferentes mecanismos de justicia (Castillo, 2019, 97).

Ilustración 6

Casos de violencia atendidos por instituciones, cantón Cayambe.

Nota. Los datos corresponden al Sistema Integral de Protección de Derechos, tomado de GADIP, 2020, p.18.

En el año 2018 de acuerdo a las estadísticas emitidas respecto a los tipos de violencia que han sido atendidos en las diferentes instituciones tanto públicas y privadas que conforman con el Sistema de Protección de Derechos Cayambe; en el Cantón se han registrado 4086 casos atendidos por diferentes tipos de violencias (…) la Secretaria de Derechos Humanos atiende a 1702 que representa el 41.65%, la Policía Nacional atiende 1422 casos representa el 34.80%, CPID-C 298 casos representa el 7.29%, COINCAD 231 casos es el 5.65%, JCPDC 158 casos representa el 3.87%, UEPDE 149 casos representa el 3.65%, MSP 125 casos representa el 3.06%, Comisaria Nacional 1 caso representa el 0.02%. (GADIP, 2020, p.17)

Como se puede ver en la ilustración 6, la Comisaria Nacional del cantón Cayambe atendió apenas un caso de violencia patrimonial y económica hacia la mujer, siendo la única institución de la zona que recibió una denuncia de ese carácter. Si bien, en el 2018 apenas salió en vigencia la LOPVECM en dónde la violencia patrimonial y económica fue tipificada en el artículo 10 literal d, es necesario identificar si dentro de la línea de temporalidad inscrita sobre la presente investigación académica, año 2020 y 2021, esta forma de violencia ha tenido algún cambio en lo que respecta al número de denuncias presentadas y a la atención que brindan las instituciones.

Ilustración 7

Casos de violencia atendidos por la Junta Cantonal de Protección de Derechos Cayambe



Nota. Número de casos atendidos. Tomado de base de datos JCDP Cayambe, 2021.

De la gráfica previa se desprende que claramente la violencia física y psicológica son las que más denuncias presentan. En el año 2019 la Junta Cantonal de Protección de Derechos de Cayambe atendió 2 casos de violencia patrimonial y económica, esta cifra ascendió en el año 2020 ya que se receptaron 9 casos referentes a este tipo de violencia, dónde 2 de ellos fueron interpuestos durante el periodo de confinamiento total que hubo debido a la pandemia. Por otro lado, en el año 2021 con la fecha de corte a 2021 se evidencian la presentación de apenas 3 casos de violencia patrimonial y económica. De lo anterior se encuentra que, en su totalidad, la Junta Cantonal de Protección de Derechos durante el periodo 2020-2021 ha atendido 9 casos de violencia patrimonial y económica.

Respecto de las 21 denuncias que recibió la JCPD Cayambe durante el periodo del confinamiento, cabe señalar que esta cifra corresponde a un número relativamente bajo, esto tiene una explicación que lejos de implicar una disminución en el ejercicio de la violencia, porque cabe señala que en la pandemia la violencia de género se disparó, tiene que ver con las formas intrafamiliares de opresión hacia la mujer. Ya que “el acceso a la justicia se ha visto disminuido, las denuncias de violencia de género han decrecido a pesar de que esta ha aumentado durante la cuarentena. Por ejemplo, las denuncias han disminuido en un 80 % debido a que las mujeres conviven en el mismo domicilio con el agresor y se les complica denunciar ante las autoridades” (DPE, 2020, 7)

Ilustración 8

Casos de violencia atendidos por la Junta Cantonal de Protección de Derechos Cayambe




Nota. Tomado de Base de datos JCPD-Cayambe, 2021.

En la imagen previa se observa que el cantón Cayambe la Junta Cantonal de Protección de Derechos ha recibido un total de 219 denuncias por violencia de género entre enero a diciembre 2021. De las cuales el 55, 89% de ellas fueron presentadas por mujeres (JCDP, 2021). A continuación, la siguiente ilustración contiene los datos desagregados según el tipo de violencia.

Ilustración 9

Casos de violencia atendidos por la Junta Cantonal de Protección de Derechos



Nota. Tomado de Base de datos JCPD-Cayambe, 2021.

En el mismo sentido, la información que arroja la base de datos de la Junta de Cantonal de Protección de Derechos JCPD de Cayambe (2021) en lo que respecta a violencia de género el mayor motivo para la presentación de la denuncia es la violencia psicológica hacia la mujer, luego la violencia física y posteriormente la violencia patrimonial, con un número de 82 casos atendidos. La novedad que se inscribe sobre estos datos es que la violencia patrimonial en relación con los datos del 2018 en dónde se contemplaba una cifra de 0%, es que hoy en día se logra evidenciar un aumento en el número de denuncias presentadas por este tipo de violencia. Esto significa que de alguna manera la tipificación de la violencia patrimonial y económica (LOPEVCM, 2018, art. 10) como una forma de menoscabar los recursos de la mujer, incide en la identificación y reconocimiento de otras formas de opresión patriarcal.

En los talleres participativos con las parroquias rurales, la problemática de violencia contra las mujeres se identifica en la mayoría, en algunos casos la mencionan marginalmente y en otros consideran que ésta ha bajado. La forma de violencia mayoritariamente referida es la violencia intrafamiliar. Mencionan que la problemática “es un tabú del que no se habla ni se denuncia”. Así mismo afirman que ésta se presenta por “el machismo” y que la discriminación contra las mujeres está naturalizada (GADIP, 2019, p. 70).

Esto refleja que a pesar de que la violencia económica y patrimonial se encuentra tipificada en la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (LOPEVCM, 2018) la socialización de esta nueva configuración de violencia basada en género ha sido escasa por lo que sigue siendo un problema invisibilizado y desconocido por muchas personas. De ahí se puede inferir que muchas de las denuncias de violencias psicológica presentadas en el cantón Cayambe por las mujeres víctimas de este tipo de maltrato, pueden esconder detrás otras formas sistemáticas de vulneración a su economía y patrimonio que resultan difíciles de reconocer. “La violencia económica y patrimonial no solamente es mantener en la casa a la mujer y mantener a la mujer, es la violencia ejercida a sus bienes muebles e inmuebles de los recursos económicos en un contexto familiar y social” (Maldonado et al, 2020, 524).

Se puede decir que las denuncias presentadas en el cantón Cayambe por violencia de género representan apenas las cifras de violencia que han podido llegar al acceso a la justicia. Es decir, son únicamente un dato que corresponde a un sector determinado de la población del cantón. Es necesario comprender que la brecha de género en el acceso a la justicia y la ruralidad que atraviesa al cantón, el cual es periférico de la capital, Quito; hace que el acceso a mecanismos de protección sea reducido y limitado por barreras culturales, barreras de clase y barreras de género. Respecto de los índices de violencia de tipo patrimonial y económica hacia las mujeres en el cantón Cayambe no reflejan una cifra alta, pero esto no se da porque este tipo de violencia no se ejerza hacia las mujeres, sino por el desconocimiento de esta nueva figura penal. Lo que impide que las víctimas de otros tipos de violencia evidencien la manifestación de la violencia económica y patrimonial en el actuar de su agresor.

Como una repercusión negativa de la violencia económica en dónde “el que paga manda” (UIG, 2017, p. 4), la víctima se ve expuesta a una situación de vulnerabilidad que puede derivar en otras formas de violencia tales como violencia sexual, física y psicológica. Es decir, la mujer que vive violencia patrimonial puede ver al mismo tiempo maltratada físicamente por su marido y vulnerada en tal sentido que su salud mental se ve afectada. De ahí que la vulneración que vive una mujer víctima de violencia de género puede ser sistémica e interseccional, es decir que vive muchos tipos de vulneraciones diferentes las cuales pueden suceder al mismo tiempo y ser ejercidas por el mismo agresor, la pareja. Lamentablemente los estereotipos de género patriarcales que se engloban dentro de una figura del hombre proveedor cabeza de hogar y la mujer sumisa y servicial han devenido en una idealización del matrimonio y romantización de la violencia de género, en dónde la mujer debe aguantar el maltrato de su esposo porque el matrimonio y el amor implica sacrificio y perdón. Estereotipo que está muy presente y atravesado en la práctica cotidiana de la cultura Kayambi.

La violencia es una manifestación de las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, están estrechamente vinculados a la división sexual del trabajo, que asigna roles, atributos, responsabilidades y capacidades diferentes a las personas de acuerdo con el sexo, en cuyo resultado se desvaloriza lo femenino y se subordina a las mujeres. En este sentido, la violencia requiere respuestas integrales, que permitan a las mujeres conocer sus derechos, exigirlos contar con medidas de protección (GADIP Cayambe, 2019, p. 70).

La Unidad de Igualdad de Género (2017) hace una distinción entre las formas en cómo se presenta la violencia económica y las formas en cómo se presenta la violencia patrimonial. La violencia económica se manifiesta en situaciones como la brecha salarial de género, la limitación en el crecimiento profesional hacia las mujeres, el impedimento en la toma de decisiones respecto a la economía del hogar, control sobre el uso del dinero de la mujer, y la falta de asistencia en la manutención de los hijos, dejando esa responsabilidad únicamente a la mujer. Por otra parte, la violencia patrimonial se manifiesta a través de situaciones como el menoscabo de los bienes y objetos personales de la mujer, apropiación del patrimonio familiar de la mujer tales como herencias, donaciones. El despojar a la mujer de documentos personales o de pruebas que les impidan realizar ciertos trámites o acreditar ciertos bienes (p.3). Frente a estas formas de violencia, las medidas de protección están direccionadas para proteger a las víctimas de agresiones que pueda recibir por parte de su agresor.

CONCLUCIONES Y RECOMENDACIONES.-

  • La violencia económica y patrimonial es un gravísimo problema a nivel social en el ámbito familiar, por lo que es indispensable que el Estado de forma inmediata disponga la reforma al Código Orgánico Integral Penal COIP (2014), en cuanto a la tipificación y sanción de estos actos, instrumento jurídico que frenara este tipo de maltrato hacia a la mujer. La Ley Orgánica Integral Para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra de las Mujeres LOPEVCM (2018) reconoce la violencia económica y patrimonial, por lo tanto, debe ser sancionada a través de una pena y no únicamente controlada desde el despliegue de medidas de protección.
  • Con el objetivo de garantizar la integridad de la mujer y de los miembros del núcleo familiar, no solo con la sanción, si no con una reparación integral a la víctima. Debe elaborarse un proyecto de reforma al Código Orgánico Integral Penal COIP, el mismo que permita que las medidas de protección sirvan como instrumento jurídico coercitivo, eficaz y efectivo para erradicar los tipos de violencia que se reconocen en La Ley Orgánica Integral Para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra de las Mujeres, garantizando un acompañamiento y reparación integral que contemple la garantía de no repetición como un medio de hacer efectivo los derechos de las mujeres.
  • La violencia económica y patrimonial como un tipo de agresión que se da dentro de una relación de pareja en dónde un cónyuge depende de otro, más allá de afectar a la mujer afecta a otros miembros del núcleo del hogar como son los niños y niñas. En este caso la violencia patrimonial se exterioriza en la negación del hombre de proveer incluso los alimentos de los menores, menoscabando sus derechos y afectando su ejercicio a una vida en condiciones de dignidad. De ahí que es necesario, tal como se evidenció en el proceso PAPD-VG No. 054-2020-JCPD-C de la Junta Cantonal de Protección de Derechos de Cayambe, que las medidas de protección frente a la violencia intrafamiliar se desplieguen en articulación de las necesidades tanto de la madre como de los menores afectados, intentando resguardar ante todo la seguridad del núcleo familiar.
  • Se recomienda que el ámbito de violencia económica y patrimonial, el procedimiento de juzgamiento deba garantizar la seguridad de la víctima de violencia económica y patrimonial y su familia otorgándole una medida cautelar que proteja el derecho de su patrimonio, sus bienes y recursos económicos. Es necesario pensar en procesos de integración y concientización dirigidos a hombres, capacitación para la población masculina sobre los roles paritarios en el hogar y la reeducación de nuevas masculinidades, promocionar la sensibilización desde el enfoque de derecho a una vida libre de violencia. generar procesos de fortalecimiento interinstitucional, capacitación a servidores de justicia y el fortalecimiento de servicios de información sobre el uso y acceso a mecanismos de justicia, mecanismos de protección. (GADIP, 2020, p.20). A nivel local se pueden ejercer las siguientes acciones:
  • Promover procesos de vigilancia y observancia desde las organizaciones de mujeres, respecto al cumplimiento de las normativas vigentes. Fortalecer el sistema de protección cantonal a fin consolidar los protocolos y rutas de atención en casos de vulneración de derechos y no revictimización. Diseñar un modelo de atención intercultural para procesos de acogimiento dentro de la atención a casos en la Junta Cantonal de Protección de Derechos. Fortalecimiento institucional de la Junta Cantonal de Protección de Derechos, a fin de generar el seguimiento a los casos atendidos (GADIP, 2020, p. 23)
  • Las mujeres más allá de la creación de sistemas judiciales que protejan y defiendan sus derechos desde el postulado de igualdad y no discriminación, lo cual es muy muy necesario en la sociedad actual, necesitan también una articulación conjunta y capacitación constante tanto para ellas, como para los mismos servidores y funcionarios del Estado como son los jueces y servidores públicos. Sin una mirada que contemple la gravedad de la discriminación que viven las mujeres, la normativa no pasará del papel escrito, por ende, es importante que el acceso a la justicia en igualdad de condiciones deje de ser una realidad formal y se materialice como una realidad en la práctica diaria y cotidiana de la justicia. El reto está en reconocer los diferentes tipos de violencia y en el acceso a la justicia en igualdad de condiciones. Solo la coordinación eficiente entre las diferentes entidades que conforman el sistema de protección de derechos puede promover una verdadera incidencia en la punibilidad de la violencia patrimonial y económica hacia las mujeres.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.-

  • GADIP Gobierno Autónomo Descentralizado Intercultural y Plurinacional Cayambe. (2020). Agenda de las mujeres del cantón Cayambe. Kayambi Kiti Warmikunapak Llankana 2020-2022. Cayambe: Gobierno Autónomo Descentralizado Intercultural y Plurinacional del Municipio de Cayambe.
  • GADIP Gobierno Autónomo Descentralizado Intercultural y Plurinacional Cayambe. (2019). Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del cantón Cayambe 2020-2030.https://municipiocayambe.gob.ec/images/ley_transparencia/LOTAIP/R_cuentas_2020/1.%20PLAN%20DE%20DESARROLLO%20Y%20ORDENAMIENTO%20TERRITORIAL%20DEL%20CANT%C3%93N%20CAYAMBE%202020-2030.pdf
  • Instituto Nacional de Estadísticas y Censos [INEC]. (2019) Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres ENVIGMU. Consejo Nacional para la igualdad de género. https://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-inec/Estadisticas_Sociales/Violencia_de_genero_2019/Principales%20resultados%20ENVIGMU%202019.pdf  
  • Lagarde Marcela. (2012). El feminismo en mi vida: Hitos, claves y topias. México D.F.: Instituto de las mujeres de la ciudad de México.
  • Valer Kaarina y Teresa Viviano (2018). Violencia económica o patrimonial hacia las mujeres y los integrantes del grupo familiar. Observatorio Nacional de Violencia contra las mujeres y las integrantes del grupo familiar. https://observatorioviolencia.pe/violencia-economica-o-patrimonial-hacia-las-mujeres-y-los-integrantes-del-grupo-familiar/
  • Yungán Pinduisaca y Karla Cajas Luzuriaga. (2020). Análisis de la violencia de género. Fiscalía General del Estado.  https://www.fiscalia.gob.ec/estadisticas-fge/

 

  

Lugar y Fecha: Ecuador-Cayambe, lunes 10  de octubre de 2022

 

ARTICULO INDEXADO:

https://revistaacademicapoderdelderecho.blogspot.com/2022/10/articulo-datos-estadisticos-de.html

 

 

 

 

 

 


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